“Las relaciones que dan más poder, son aquellas en las que cada miembro de la pareja eleva al otro a una posesión más elevada de su propio ser”. Teilhard de Chardin
¿Desde qué paradigma te estás relacionando en tu vida de pareja, desde la lucha de poderes y la competición , o desde el crecimiento y el amor?
¿Prefieres tener razón, o prefieres tener paz y armonía?
Identifica una situación de conflicto dentro de tu relación de pareja. Puede ser algo cotidiano, o algún suceso reciente que originó conflicto o discusión.
Revívela con detalle; ¿qué la desencadeno? ¿Cómo reaccionaste? ¿Cómo te sentiste? ¿Te gustó el resultado? ¿Te gustaría afrontar tus conflictos de forma diferente?
No se trata de evitar los conflictos, que son inherentes y forman por supuesto parte de la vida de pareja, su crecimiento y evolución; sino de aprender a gestionarlos. Gestionarlos desde ti mismo, poniendo tu centro en ti y no en el otro.
Para ello es imprescindible que hagamos una autoexploración y agudicemos nuestra capacidad autocrítica.
Que reconozcamos nuestras debilidades y nuestros miedos y los pongamos encima de la mesa. Eso nos hace más humanos. Todos tenemos un terrorista emocional dentro (ese que actúa desde el miedo o el resentimiento). Si dejamos que sea él el que tome las riendas en una discusión… ya sabemos el resultado.
Cuando nos relacionamos en pareja y entramos en conflicto, puede pasar que nuestros niños internos dolidos cojan las riendas de la situación, o que sin embargo dejemos conscientemente que sean nuestros adultos con recursos los que se ocupen.
Ese adulto ha de tener valores como la humildad, la honestidad, la capacidad autocrítica y el autocontrol. Son valores propios del adulto, no del niño herido.
El niño interior representa esa parte nuestra más visceral y primitiva, con todas las “heridas de guerra” y necesidades desatendidas cuya satisfacción pretende delegar en su pareja. Sólo nosotros podemos ocuparnos de nuestro propio niño herido; no puede ocuparse nuestra pareja.
Mi propuesta es que la próxima vez que tengas un conflicto con tu pareja, actives toda tu atención .
Para ello te propongo que admitas tus miedos y tus debilidades y los pongas encima de la mesa de negociación, y que invites al otro a que haga lo mismo. Cuando admites que tienes miedo, tu pareja puede permitirlo, recibiendo la información de una manera franca y respetuosa. El admitir tus miedos no te convierte en más débil ni vulnerable; todo lo contrario; te hace más noble y te fortalece.
Para que todo esto fluya y se integre en ti será imprescindible que hagas un trabajo profundo y duradero con tu niñ@ interior.
En mis procesos de coaching de pareja, he visto como muchas parejas son capaces de cambiar radicalmente su relación cuando aprenden cada uno de ellos a ocuparse de sus propios miedos, bloqueos y necesidades. Esto les permite relacionarse desde un paradigma totalmente diferente permitiendo abrir nuevos campos de desarrollo, crecimiento y comunicación.
¿Utilizas tu relación para crecer y construir o para destruir y empobrecerte?
Luis Padilla dice
Muy buenas recomendaciones y creanme que soy el mas interesado en poner en practica cualquier técnica que pueda alludarme.
Gracias y recibe muchos saludos.
Maje dice
Gracias Salome,
un beso
Salomé Gonzalo dice
Un abrazo Maje
Salomé Gonzalo dice
Gracias por seguirme.
un beso Maje