Superar una ruptura de pareja puede ser una de las experiencias más duras por las que pueda pasar un ser humano, sin embargo, las rupturas, forman parte de la experiencia humana, como respirar oxígeno en vez de lamer un cáctus.
La gran mayoría de los seres humanos tendremos que enfrentarnos a una ruptura amorosa, o sufrir un desamor, en algún momento de nuestra vida.
Es real que pasar por una ruptura hace lo mismo con tu cuerpo que cuando sales de una adicción, activando la parte del cerebro asociada con la motivación, la recompensa y los antojos de la adicción.
Además de esto, el dolor emocional desencadena las mismas vías en el cerebro que en el dolor físico. Esa es la mala noticia. La buena noticias es que mejorarás.
Si estás atravesando una ruptura en este momento, respira; todos hemos pasado por eso. Sin embargo, es muy posible que la humanidad no esté familiarizada con el terrible nivel de miseria con el que te estás enfrentado ahora.
La fea verdad es que la única manera de superar una ruptura es directamente desde el centro. He aquí como comenzar con eso:
No tomes ninguna decisión importante
Los tatuajes, las relaciones, el trabajo y cortarte el cabello…
Puede parecer una buena idea tatuarse unas frases de motivación, pero si necesitas este tipo de recordatorios para ponerlos en tu piel, entonces no estás en posición de tomar decisiones duraderas.
Deja de ser su amiga en Facebook, pero hazlo ya
La otra persona no va a publicar selfies perdidos y fotos de los lugares a los que solían ir. Sea lo que sea que publique, ¡no necesitas saberlo!. Mantener el seguimiento te tragará entero. Mantenerte conectado en las redes sociales con la otra persona es sólo para comprobar que no es feliz sin ti.
La verdad es que lo será, y tú también, tan pronto cortes todo tipo de comunicación. Si no lo vas a eliminar, entonces sácate el corazón y pídele a él que te lo retuerza. Así dolerá mucho menos.
Haz ejercicio, pero no vayas al gimnasio que al que él va, ni a la misma hora
Posiblemente, el único ejercicio que desees hacer es arrojar esa foto de los dos a la basura, pero si puedes hacer algo más activo (aunque tal vez menos catártico) te sentirás mucho mejor después.
El cortisol, la hormona del estrés, se hará sentir en casa dentro de ti. Una forma de eliminar esta hormona es el ejercicio, el cual estimula al cerebro para que segregue endorfinas (los químicos que te hacen sentir bien) por lo que no tienes nada que perder.
No tienes que esforzarte; ir a caminar te hará bien. Una advertencia: si la actividad consiste en caminar lentamente más allá de tu casa, o subir por tuberías de aguas pluviales para echar un vistazo a su ventana, eso no cuenta como ejercicio sino como acoso.
Deshazte de la idea de mandar mensajes de texto si vas a tomar una copa
Un par de tragos no te harán Shakespeare. Simplemente no lo harán.
El alcohol es un depresor, así que si te encuentras cuesta abajo, lo mejor es alejarte de él. Sin embargo, si vas a tomar un trago, protégete a toda costa de la tentación del texto borracho.
Eres humano y vas a querer hacerlo. Pero no caigas en la valentía que viene en una botella de pinot decente, pues ha sido alimentado por una sabiduría ligeramente martillada, y no terminará bien.
Simplemente entrega tu teléfono a una amiga en quien confíes y dile que se lo entregue a una manada de lobos antes de siquiera pensar en devolvértelo. A menos que estés totalmente sobria.
Conéctate con amigos y familiares
Los verdaderos. No de aquellos que no has visto ni de quienes no has escuchado nada desde la última crisis. Los que estarán contigo por décima vez y te llevarán a comer comida China porque no tienes nada limpio en la cocina.
Una de las razones por las que una ruptura duele tanto es porque se mezcla con la necesidad de conectarse con otras personas. Tal vez no puedas estar con la persona que quieres estar, pero pasar tiempo con tu tribu alimentará la necesidad humana de conexión y traerá un impulso necesario de oxitocina que te has estado perdiendo.
Come saludable, y si no quieres hacerlo, entonces que no sea por mucho tiempo
La estás pasando mal. Tienes suficiente de qué preocuparte como para enfermarte más. Dale a tu cuerpo todo lo que necesita para funcionar, come sano y regularmente. Claro, el cubo de pollo frito de vez en cuando no hará daño. Todo con moderación o con una capa crujiente.
Aunque en este momento sientas que todo está perdido, ten presente que todo en la vida es temporal. Es una enseñanza para hacernos mejores personas. Muy pronto estarás en el camino de la felicidad otra vez.
Soy Andrés Gananci, Un emprendedor y aventurero apasionado de la vida. Fundé mi primer negocio online con tan sólo 17 años. 12 años después, sigo viajando por el mundo mientras trabajo desde casa.
Editor de gananci.com
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