Crisis de identidad. ¿Quién soy?

¿Sabes lo que eres?

Hace poco, una clienta me contactó para trabajar lo que ella llamó una crisis de identidad.

Durante toda su vida se había dedicado a su carrera profesional y ahora quería dar un giro radical para vivir de su pasión. Llevaba tiempo preparándose, había invertido horas y dinero en formación y sentía desde hacía tiempo, que éste era su camino y propósito de vida; sentía dentro de sí una clara fuerza interior que la arrastraba a dar ese nuevo rumbo que desde luego se alineaba a la perfección con sus valores, sus dones y su misión.

Sin embargo había una desazón interna, porque debido a estos cambios, se sentía perdida en su identidad. No sabía quién realmente era, y lo más importante para ella, qué decirle a los demás acerca de quién era; ya que durante toda su vida había sido una cosa y ahora… ¡iba a ser otra!. Esto ocasionaba sufrimiento y desconcierto, y desde luego la estaba alejando de su nuevo y deseado camino.

Son tantos los bloqueos inconscientes que nos alejan de nuestra felicidad…Lo bueno de este caso es que ella era consciente de ello y tomó acción para cambiarlo.

En la sesión que trabajamos esto salieron a relucir varias cuestiones; que son comunes a la mayoría de las personas, debido a los paradigmas culturales con los que todavía vivimos.

Lo primero es ver el error  que nos lleva a identificarnos a nosotros mismos con lo que hacemos o tenemos, ¡en vez de con lo que somos! Somos una esencia única a descubrir que sí evoluciona, pero que poco tiene que ver con lo que hacemos o tenemos. Podemos dejar de hacer o dejar de tener, y sin embargo… ¡seguimos siendo!

Por otro lado, el error también muy común de creer que sólo podemos ser una sola cosa en la vida. ¡Como nos limitamos a nosotros mismos! Estamos capacitados, tenemos recursos internos para hacer y desarrollar montones de facetas; pero no lo sabemos o no nos lo creemos.

En el caso que estoy contando… hubo una toma de conciencia profunda, de que lo que le causaba sufrimiento era pensar que renunciaba a una parte de sí misma por hacer otras cosas. Fuer realmente liberador y potenciador para ella, descubrir que no dejaba ni renunciaba a nada; que…¡ todo lo contrario!, iba a sumar en su vida. Aquí en este punto, contactó con el arquetipo del artista Miguel Angel, a quien tanto admiraba. El había hecho montones de cosas y desarrollado múltiples facetas y oficios…había desplegado toda su grandeza y creatividad.

¿Por qué conformarnos con ser una sola cosa cuando podemos ser tantas a la vez?

Y recuerda: ERES lo que eres, con independencia de lo que hagas o no hagas,  de lo que tengas o no tengas…NO PUEDES DEJAR DE SER.

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