Te invito a que te pares a reflexionar acerca de esta cuestión tan esencial para el buen funcionamiento de tu relación de pareja: ¿Cuál es el rol que estás viviendo dentro de tu relación?
¿Eres tú la que se ocupa de todo?
¿Estás pendiente de todas sus necesidades, incluso anteponiéndolas a las tuyas?
¿Sientes que das mucho más de lo que recibes?
¿Te sientes responsable de su felicidad, su bienestar físico y emocional?
¿Antepones su bienestar al tuyo propio?
¿Te ocupas de suplir sus carencias?
Si has respondido con sinceridad sí, a la mayoría de las preguntas, quizás te hayas dado cuenta de que estás siendo la mamá de tu pareja. Te propongo que tomes tu responsabilidad; que veas cómo has contribuido tú a que las cosas sean de esta manera.
En mis procesos de coaching de relaciones, he visto abnegadas madres de su pareja que sacrifican su vida en post del bienestar de su hijo/pareja; quejándose de su ingratitud y de la falta de reconocimiento por la otra parte. Muchas veces están hartas de tanto esfuerzo, incluso agotadas.
Esto genera desequilibrio y desorden dentro de la relación y descontento por ambos lados, que siempre se traduce también en el ámbito sexual. Si vemos a nuestra pareja como una madre, el deseo se apaga por completo.
Una pareja es una relación entre iguales, donde tiene que haber un equilibrio entre el dar y el tomar. Si hay una mamá entregada que da y da, aunque sea sin esperar nada a cambio; generará mucha carga en el que recibe, que quizás no sepa o no quiera compensar.
Si estás funcionando de esta manera dentro de tu relación es porque estás aplicando un patrón aprendido en tu familia, sociedad, etc… Explora en este sentido. Dónde; de quién has aprendido ese comportamiento, y cuáles son las creencias acerca de ello que están vigentes en tu vida para cuestionarlas y actualizarlas.
Y recuerda que aquí no existen las casualidades ni la mala suerte. Si tu patrón dentro de una relación de pareja es el de “mamá”, atraerás un “hijo que busca mamá”. Es responsabilidad tuya cambiar para que pueda cambiar tu relación.
Un proceso de coaching transpersonal puede ayudarte a localizar el origen de estos patrones en tu familia y a transformarlos, así como aprender nuevas formas de relacionarte en pareja.
Martha dice
Hola!!!! es muy cierto lo que comentas, y lo peor de todo es que a veces nos tardamos mucho en darnos cuenta. Es necesario volver a reconocer a nuestra pareja como Pareja, no como hijo, no como cuate, y a veces hasta como hermano menor. Darle el lugar y responsabilidades que le corresponden. Y cierto también, que al no sentir ese reconocimiento, que mas bien lo queremos sentir como que deben agradecernos por el sacrificio que hacemos, llegamos a victimizarnos por el trato hacia nosotras, siendo que fuimos nosotras las que lo generamos desde el principio. Gracias por la sacudida..jeje ¡¡Saludos!!
Salomé Gonzalo dice
¡Es genial haberte sacudido!
Recuérdalo cada vez que «te pilles» a ti misma en modo víctima.
Un abrazo
Mimi dice
Es muy cierto, justo hoy mi novio me hizo un comentario de «no necesito una mamá», sentì feo y me saqué de onda…pero despuès fui a la cama y me quede pensando en ese comentario y pensè sobre todas las cosas que estaba haciendo…aùn siendo su novia..ya le lavaba su ropa :/ pero era por ser buena onda 🙁 … sin embargo leyendo este articulo me dì cuenta que tanto yo había propiciado eso pero porque llevaba algunas ventajas sobre èl…economicamente hablando y en experiencias de la vida universitaria, no sè en que momento pasè a ser esa «mamà» pero ahora entiendo porque desde hace tiempo las relaciones se terminaron con èl…sin pensar en 1000 cosas… espero que todo se solucione y si no…serìa mejor alejarme de èl. 🙁
Salomé Gonzalo dice
Hola Mimi!
Es genial que hayas tomado consciencia de ese patrón tuyo de mamá en las relaciones.
Ahora ya sabes que es un patrón distorsionado que hace que una relación de pareja no funcione.
Con independencia de lo que suceda con tu relación actual, lo importante es que tú hagas el cambio para que no te suceda en lo sucesivo.
Tu relación actual ha servido para VERTE A TI EN TU PROGRAMA DISFUNCIONAL, para que puedas cambiarlo.
Un abrazo