¿Estás liderando, soñando, pensando, imaginando tu vida?
Mientras estemos aquí…la vida se despliega cada día. Mejor o peor, es lo que hacemos.
¿Estás eligiendo la vida que quieres? ¿Estás eligiendo tu camino? Si no lo haces tú, otros lo harán por ti. La sociedad, la cultura, la familia, el inconsciente colectivo…
¿Es probable que estés viviendo según los sueños, valores y deseos de otras personas?
Es probable que aun siendo así, ni siquiera te hayas dado cuenta de que no es tu elección la que está siendo expresada en tu vida…sin embargo eso puede cambiar, si así tú lo decides.
Muchas personas se pasan la vida persiguiendo éxitos… ¡que ni siquiera son suyos!
Es muy importante pararse de vez en cuando. Hacer un alto en el camino. Hacer balance; y si es necesario cambiar el rumbo de nuestra ruta.
- “¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
- Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar- dijo el Gato.
- No me importa mucho el sitio…-dijo Alicia.
- Entonces tampoco te importará mucho el camino que tomes-dijo el Gato.”
Lewis Carroll, “Alicia en el País de las Maravillas”
Lo importante de la elección es que sea propia; propia de mi Yo superior, y no del ego; o lo que es lo mismo…que sea desde el amor y no desde el miedo.
Lo más urgente es poner en marcha el amor hacia ti mismo. Ese amor implica en primer término querer lo mejor para ti. Sólo mi Yo superior sabe lo que es mejor para mí. Dispongo en mi interior de esa sabiduría y esa guía. Sólo tengo que escucharla y dejar de silenciarla.
Eso no es egoísmo. Es amor.
Si me amo y acepto la premisa de que merezco lo mejor, estaré preparado para elegir lo que quiero, seguirlo y emprender los cambios que sean necesarios. Si no…hay un camino por recorrer.
¿Cómo puedo elegir qué vida quiero vivir si ni siquiera sé que me merezco hacer esa elección, y que además es responsabilidad mía y de nadie más?
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