¿Has sentido alguna vez que estando en pareja renuncias a aspectos importantes de tu vida?
Lo que vas a leer te interesará tanto si tienes pareja en este momento, como si no la tienes.
Hay una creencia muy generalizada en nuestra cultura; y es que vivir en pareja, o tener una relación, implica renuncia personal. Es decir; si estás en pareja, tendrás que renunciar a cosas, actividades, etc..; y esto lleva a la creencia, de que la pareja implica irremediablemente, pérdida de libertad.
Pérdida de libertad, renuncia…con estas ideas enquistadas en lo profundo de tu psique… ¿Qué crees que puede pasar?
Desde este paradigma pueden pasar dos cosas: hay personas que lo asumen, y viven una relación llena de privaciones y renuncias; y otras sin embargo, como no están dispuestas a perder lo más valioso, que es su libertad y su propósito de vida, renuncian, alejan o saboteen su vida amorosa.
Cualquiera de estas dos opciones implicará insatisfacción, ya que dejan nuestra vida coja.
Lo que te digo, es que esa creencia no es cierta… es obsoleta y limitante; ¡muy limitante!
Lo real es que es perfectamente compatible vivir una relación y vivir nuestro propósito de vida.
Este cambio de creencia, generará en ti un cambio de paradigma; vivir las relaciones desde tu propio poder personal y no desde la lucha de poder.
Y en el caso de que no tengas pareja, porque te asuste perder tu libertad, este nuevo paradigma hará que te abras con confianza al amor.
Si tienes pareja y vives resignándote, probablemente tu relación se basará en la lucha de poder; Te dejo enlace a uno de mis últimos artículos acerca de este tema que podrá interesarte muchísimo, si quieres dejar de desgastarte en tanta lucha.
Te puedo asegurar que ahorrarás mucha energía que necesitas para tu vida.
¿Cómo es tu relación de pareja? ¿desde el poder personal, o desde la lucha de poderes?
Si tu caso es que no tienes pareja, porque no quieres renunciar, ni perder tu libertad, pero a la vez anhelas en lo profundo de tu ser compartir tu vida con alguien, estate atento a estas 5 indicaciones:
1.- Revisa tus creencias acerca de la pareja, de las relaciones y tus experiencias pasadas. Hay errores en la concepción y quizás en la vivencia que has tenido de una relación.
2.- Identifica, define cuál es para ti la relación ideal y sé coherente con ello. No todo es para todos. Cada uno es libre y tiene el derecho de vivir el tipo de relación que quiere.
3.- Identifica y define tu proyecto de vida; es tuyo y nada ni nadie puede obligarte a renunciar a él. El amor no es renuncia; es libertad. Cuando tienes tu propia vida, llena de sentido y orientación, lo más probable es que atraigas a una persona que también lo tenga y podréis vivir una bonita relación, cada uno desde su propio centro.
Cuando encuentres a alguien asegúrate de dejarle claro todo lo anterior; es decir cuál es tu camino y qué tipo de relación quieres vivir, porque es imprescindible que sean compatibles.
4.- La vida es crecimiento y evolución. La pareja es la mejor escuela y plataforma de crecimiento personal. Así que no sólo no es incompatible con tu propio proyecto de vida, sino que te ayudará a crecer y mejorar como persona.
El hecho de tener pareja no implica que tengas que ceder tu poder personal. Es decir; el reto es tener pareja desde tu centro, y no convertir a la pareja en el centro de tu vida.
5.- Descubre y practica el arte de armonizar las dos grandes necesidades de todo ser humano: la necesidad de fusión con el otro, y la necesidad de individualidad y de llevar a cabo su propio proyecto creativo.
Me encantará que me dejes tu opinión y que me consultes cualquier duda.
Recuerda decidir firmemente que quieres aspirar a vivir una vida completa y feliz. Si no estás teniendo una relación feliz y armónica, es el momento de ocuparte de ello. ¡No dudes en pedir ayuda!
Muy bueno Salomé.
Tanto éste artículo, como otros tantos que he ido leyendo.
Me va ayudar mucho contar con ellos en éstos momentos y a lo largo de mi vida.
¡¡Muchas gracias!!
Verónica
Muchas gracias Vero!! Me alegra mucho saber de ti y haber podido aportarte.
Un abrazo grande