Los seres adultos nos relacionamos de igual a igual; todos los seres humanos somos iguales; parece una obviedad; pero no siempre se da esta premisa en las relaciones humanas.
Para que una relación de pareja tenga equilibrio, la relación ha de ser de igual a igual. Si me siento superior o inferior al otro, si hay luchas de poder; comparaciones constantes, la relación no tiene equilibrio.
La relación de pareja está formada por dos miembros que deciden caminar juntos desde su propia completitud porque libremente así lo ha decidido.
Cada uno de ellos es el dueño absoluto de su propio destino y tiene su propio propósito en la vida.
Cada uno de los miembros de la pareja es un ser completo, capaz de ser feliz por sí mismo, pero al decidir unirse al otro complementa esa felicidad y amplía sus horizontes en su posibilidad de crecer como persona.
La pareja así entendida es un espacio de libertad, respeto y crecimiento personal.
Ninguno de los dos está por encima del otro. Esto sucederá en la medida que yo me quiera y me valores a mí mismo.
Si yo voy por la vida considerándome “menos” que otros; atraeré como un imán a personas que me hagan vivir ser menos una y otra vez, confirmándome que lo que creo de mi mismo es la realidad más absoluta.
Si en el fondo no me siento merecedor de amor, atraerá parejas que no me aprecien lo suficiente, incluso que me desprecien.
Es necesario que ocupemos nuestro espacio de amor y poder personal para relacionarnos con los demás. El otro está ahí para que nos demos cuenta de cuál es la relación con nosotros mismos; es un termómetro que nos indicará con precisión cuál es el calor que nos estamos dando y cuáles son las creencias que tenemos de nosotros.
Si tu pareja no se quiere a sí misma, no podrá hacerlo contigo; y si tú no aprendes a valorarte y respetarte tampoco lo harán los demás.
Ninguna pareja del mundo podrá darte lo que tú mismo no te sabes dar.
Es importantísimo para tener relaciones sanas y potenciadoras, que aprendamos a amarnos.
[…] procesos de coaching he detectado que muchas parejas no aplican este principio; sino que están en relaciones de desigualdad por diversas razones y que son el origen de que estén en relaciones deseq… donde hay mucha frustración y […]